Mirar

Desde muy pequeña, como muchos niños habitantes del Cerro Santa Ana de Guayaquil, he pasado muchas noches mirando las estrellas desde las ventanas de mi casa. Era un dulce regalo después de las tareas de la escuela. La brisa proveniente de la ría, junto con ese cielo lleno de estrellas que parecía escarcha sobre una suave tela azul marino. ¡No había cosa mejor que aquel festín natural!

Quizá por eso desde aquella época sueño con el cielo, las estrellas, los planetas…. El espacio en sí.

Pero no es un sueño que ha quedado en sólo mirar hacia arriba cada vez que hay una luna de sangre o un eclipse lunar. No os confundáis. Sigo persiguiendo aquellas esferas celestes que se encuentran a muchos años luz de nosotros. Pero mi persecución es distinta.

Atrás quedaron los sueños de ser astronauta, astrofísica o siquiera considerar trabajar en la NASA o fundar algo similar en mi patria (sí, mis sueños siempre han sido locos). Ahora mi realidad ya que han sido otras las musas que me llamaron.

Y aún así no olvido este camino. Cruzar la vía láctea, encontrar nuevas estrellas, o al menos nuevas para nosotros. El universo es inmenso y nos guarda aún muchos secretos.

Pero yo ya no he de ser la que viaje. O al menos no mi cuerpo. Sólo mi nombre.

Éste es un nuevo proyecto de la NASA. Sin querer, dan la opotunidad a que «internautas» como yo podamos llegar a los lugares más recónditos de la galaxia, desde la comodidad de nuestros hogares y cumpliendo aquellas pequeñas e importantes misiones que nos mantienen gravitando sobre la superficie de este planeta llamado Tierra.

Aquí les comparto el link.

http://go.usa.gov/vcpz

¿Se atreven a explorar el universo?

Yo ya me he inscrito. Vamos, y juntos conozcamos el espacio sideral.

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